El otoño es la estación del año en la que caen las hojas de los árboles, el clima se hace más templado, los días son más cortos y las noches son más largas. Y este acortamiento de los días se ha relacionado con una disminución del nivel de bienestar emocional, provocando lo que se conoce como astenia otoñal, que puede alterar nuestro día a día.
¿Qué es la astenia otoñal?
Ha llegado el otoño y, con él, los días más cortos y temperaturas más bajas, que pueden afectar a nuestro organismo, causando astenia otoñal. Y es que no todas las personas se habitúan fácilmente a los cambios ambientales que se producen con los cambios de estación y, la llegada del otoño no es una excepción.
La astenia otoñal puede definirse como la sensación subjetiva de incapacidad, de falta de energía o de agotamiento físico y/o mental, no necesariamente asociado a ninguna actividad física, que conlleva la disminución de la capacidad para trabajar y llevar a cabo las tareas habituales. En ocasiones, se utilizan fatiga y debilidad como sinónimos de astenia.